Si buscas resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo. Albert Einstein.


jueves, 22 de octubre de 2015

Cuaderno de LITERATURA. 4º ESO

Cervantes en la cárcel pensando en El Quijote. Imagen de Twitter


Este espacio está pensado para mis alumnos de 4º de ESO de Literatura universal

Semanalmente escriben en un cuaderno de  literatura. La tarea consiste en que se habitúen a escribir literatura, bien de creación propia o indicando el autor de la obra o fragmento que han elegido esa semana. También tienen cabida las canciones, que no son más que pura poesía. Sin embargo, este espacio está pensado sobre todo para los textos de creación literaria propia, en prosa o en verso.

Aquí tenemos el primer relato del curso. Muchísimas gracias a Fuensanta Arnoso González por animarse a escribir y por perder la timidez a publicarlo en nuestro blog. Espero que lo disfrutéis tanto como yo. Confieso que no hay mayor sensación de libertad, que dejarse mojar por la lluvia, tal y como nos relata el texto. 

¡Espero que os animéis a escribir y a publicar muchos más!


HUELE A LLUVIA


Mis tacones repican contra el frío suelo de mármol marcando el ritmo de mis pasos. Avanzo con paso firme, intentando aparentar seguridad, disimulando mi frustración, tristeza y mi soledad. Noto como mis ojos comienzan a escocer, advirtiéndome sobre la incipiente llegada de mis lágrimas. Parpadeo con fuerza y me echo el pelo hacia atrás consiguiendo, de este modo, parecer segura de mí misma, aunque por dentro mi alma está a punto de romperse.

Finalmente llego a la enorme puerta de cristal. La empujo para salir al exterior y un frío viento azota mi cara, haciendo que me ajuste la bufanda y que coja un gorro de lana de mi bolso y me lo cale en la cabeza. Un olor a lluvia inunda mis fosas nasales, y me hace apretar más el paso.

Voy caminando por la calle con la cabeza gacha y noto como mis ojos comienzan a escocer de nuevo. Pero esta vez, no consigo retener mis lágrimas y estas salen mojando mi rostro. Respiro profundamente y con la palma de mis manos intento secar mis húmedas mejillas. Entonces, una pequeña gota de agua cae sobre mi frente y comienza un recorrido hacia mi mejilla, pasando por mi sien y por mi pómulo, hasta confundirse con mis lágrimas.

Poco a poco las gotas de lluvia van cayendo con más fuerza. Así que busco un paraguas en mi bolso, pero no lo encuentro. Por lo que me resigno y dejo a la lluvia seguir su curso y comenzar a mojar mi rostro, mi pelo, mi ropa y mis pensamientos.

En la calle no hay nadie, solo se escucha el sonido de la ahora fuerte lluvia golpeando el suelo y mojándolo todo a su paso. El sonido de los coches y sus ruedas chocando contra los charcos del asfalto. Comienzo a correr. No sé por qué, pero lo hago. Las lágrimas poco a poco van desapareciendo siendo sustituidas por una sonrisa. Me desprendo del gorro y la bufanda, que empapados en agua no hacían más que aportar peso a mi espalda.

Cada vez me siento más libre. Decido tirar también mi cazadora, abandonarla, detrás, en el camino, junto con mis temores y preocupaciones. Cuando lo hago una risa nerviosa aflora de mi garganta y una sensación de euforia recorre mi cuerpo.

Finalmente, decido quitarme los zapatos. Lanzarlos y olvidarlos. Suelto mi bolso y también lo dejo atrás, junto con mis dolorosos recuerdos. No sé cuánto tiempo llevo corriendo cuando finalmente deja de llover.

Estoy empapada. Vestida solo con una camiseta y unos vaqueros. El pelo se me pega húmedo a la cara y el maquillaje me recorre la cara formando negros surcos allí donde estuvieron mis lágrimas.
Levanto la vista sonriendo y por primera vez me doy cuenta de donde estoy. Me encuentro en un hermoso parque lleno de árboles con verdes copas que se alzan hacia el cielo, el sonido de un pequeño río inunda el ambiente y el trinar de los pájaros lo acompaña.

Casi de forma instintiva levanto mis brazos hacia el cielo y comienzo a girar sobre mí misma. A gritar, reír, saltar, sin ninguna preocupación. Y, aunque hace rato que terminó de llover, y un pequeño arcoíris asoma entre las copas de los árboles, aún huele a lluvia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario